Con
un monto de S/. 3.920,072 transferidos por el MEF
Durante el presente año, la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) viene atendiendo a un total de 22,424 beneficiarios en los programas sociales estatales que administra: Vaso de Leche, Comedores Populares y PANTBC, los que son financiados con 3 millones 920 mil 072 nuevos soles transferidos por el MEF.
La gerente de Desarrollo Social de la
MPT, Tania Baca Romero explicó que la suma de beneficiarios de los programas de
complementación alimentaria (PCA), comprende a los comedores populares, hogares
y albergues, programa de alimentación y nutrición del paciente ambulatorio con
tuberculosis y familia PANTBC, este último en coordinación con establecimientos
de salud.
También se incluye como beneficiarios de
los programas sociales a las personas en riesgo moral y de salud, a quienes se
les ofrece el servicio alimentario mediante la modalidad de actas y convenios, los
que fueron suscritos por la comuna con las instituciones de servicio que tienen
a su cargo a esas personas,
Los PCA a cargo de la Municipalidad de
Trujillo desde el año 2004, otorgan una ración alimentaria a la población de
escasos recursos económicos, que se encuentra en riesgo, vulnerabilidad,
pobreza y extrema pobreza, en el ámbito de toda la provincia, y están a cargo
de la Subgerencia de Programas Alimentarios.
El Programa Vaso de Leche (PVL), desde
el año 1987 otorga a los niños una ración diaria de leche fortalecida con
hojuelas de quinua y cebada, como un alimento balanceado para favorecer a la
población vulnerable. En nuestra ciudad se hace cada año en mejores condiciones
en cuanto a la calidad de nutrientes y focalización de beneficiarios.
Para dar mayor eficiencia a los
programas de complementación alimentaria, la municipalidad elaboró una serie de
directivas que se aplican en las organizaciones sociales de base que tienen a
su cargo los Comedores Populares y el Vaso de Leche.
El cumplimiento de estas directivas es
monitoreado de manera permanente por un equipo de supervisores capacitados en
la normatividad, e incluso por las funcionarias, los que visitan regular y de
manera inopinada a las organizaciones sociales de base que atienden los antes
citados programas.