1.600
niños son dejados allí, mientras sus padres trabajan
“Del total de 132
wawa wasis de la Municipalidad Provincial de Trujillo solo uno tiene local
propio. Por eso nuestra prioridad es gestionar su terreno e implementación. Ese
es nuestro reto personal y compromiso ante el alcalde César Acuña”, dijo Tania
Baca Romero, gerente de Desarrollo Social de la comuna.
Luego de
inspeccionar el funcionamiento de algunos de estos albergues temporales, indicó
que su principal objetivo es trabajar con los 12 comités de gestión que
atienden a los wawa wasi, con los alcaldes distritales y de centros poblados,
para que tengan local propio y sean implementados. La capacitación es otro de
los temas que la preocupa.
El único que tiene
local propio está en Alto Trujillo, en el Barrio 2A, donde hay 4 wawa wasi que
atienden a 32 niños, el resto atiende en locales prestados por las socias.
En estos albergues
temporales se recibe diariamente a 1.600 niños, de seis meses a 4 años, de 8 de
la mañana a 5 de la tarde, en los distritos El Porvenir, Florencia de Mora, La
Esperanza, Víctor Larco, Huanchaco y Salaverry.
El mantenimiento de
los wawa wasi requiere una inversión de aproximadamente 97 mil soles al mes y
están orientados a generar condiciones favorables para el desarrollo integral
de los niños, especialmente de aquellos en situación de riesgo, pobreza o
extrema pobreza, mediante la aplicación de cuatro componentes: Atención
Integral de Salud, Atención Alimentaria y Nutricional, Aprendizaje Infantil
Temprano y Habitabilidad, Infraestructura y Seguridad.
Después que son
dejados en los Wawa Wasi, los niños reciben cuatro alimentos, que son
preparados siguiendo recomendaciones de nutricionistas. El menú lo constituye
un refrigerio, que se sirve a las 9.30 a.m., al mediodía el almuerzo, a las
3:30 p.m. una fruta y antes de irse a casa el lonche. Los niños tienen mucha
necesidad de alimentarse, ya que están en constante crecimiento.
Los más pequeños
reciben estimulación temprana mediante la enseñanza-aprendizaje y desarrollo de
habilidades, recreación y con el armado de cubos y juegos que ayudan a
desarrollar sus habilidades cognoscitivas y motoras. “Esto permite dar trabajo
a unas 350 personas, las que reciben un estipendio por su labor”, explicó,
luego, Tania Baca Romero.
Hay algunos locales
que carecen de implementación para desarrollar mejor la labor de estimulación
temprana. En otros faltan camas y colchones, ya que los niños, por momentos,
también duermen allí, y ese es otro reto que tenemos, añadió la funcionaria
edil.
Hay una lista de
niños en espera y cada vez que uno de ellos va a cumplir los 4 años se los va
cambiando, porque así lo establece el programa. Para acoger a un niño en un
Wawa Wasi, la madre debe acreditar algunos requisitos, como ser de extrema
pobreza, ser madre soltera o que trabaje, entre otros.