Ayuda a paliar la pobreza en 13.200 familias
Han superado las trece mil familias beneficiadas con el programa “Agua para los más pobres” que la Municipalidad Provincial de Trujillo mantiene en forma sostenida, para ayudar a los más pobres a paliar la cotidiana angustia que significa comprar el agua potable para uso doméstico.
En los sectores urbanos marginales, donde habitan miles de familias sin acceso a los servicios básicos, tienen que comprar el agua y acarrearlo desde grandes distancias, en arenosas vías, para llegar a sus moradas.
Desde el inicio del programa social “Agua para los más pobres”, hasta la fecha, se han distribuido cuatro millones 58 mil litros de agua potable, para 13.200 familias, con unos 66.000 moradores beneficiarios, entre niños y adultos.
Ellos residen en Alto Trujillo y sector Gran Chimú, en el distrito El Porvenir; Nuevo Jerusalén y Nuevo Indoamérica, en el distrito La Esperanza; Miramar, en el distrito de Moche; Alto Salaverry, en el distrito de Salaverry; y El Milagro, en el distrito Huanchaco.
Este programa social de la Municipalidad de Trujillo, se ejecuta a través de la Gerencia de Desarrollo Social, contando con dos vehículos cisternas, cada una de 22 metros cúbicos de capacidad, que trabajan en dos turnos para hacer llegar el líquido elemento a mayor número de familias pobres.
Los vehículos cisternas que distribuyen el agua gratuita en los asentamientos humanos, mantienen un itinerario que se ejecuta bajo la supervisión de la Subgerencia de Participación Vecinal, anotándose a las familias beneficiarias.
La gerente de Desarrollo Social de la MPT, Tania Soledad Baca Romero, dijo que este programa se inició con un vehículo cisterna que el alcalde de Trujillo, César Acuña Peralta, lo adquirió con su dinero, y tanto ella como el subgerente de Participación Vecinal, Hernán Aquino Dionisio, frecuentemente reciben el agradecimiento de las familias beneficiarias, pues valoran la donación del agua.
La funcionaria agregó que “aunque se trata de un aporte menor que hace la MPT a favor de las familias pobres, les permite ahorrar un pequeño dinero que sirve para comprar pan para su niños”.
