Dejan olla común por comedores y Rockys les dona sillas
La pobreza no ha disminuido. Así lo experimentan las familias pobres y madres de familia, en su gran mayoría solteras, de los asentamientos humanos de los distritos de Trujillo. Ellas, inicialmente se organizaron en pequeños grupos para hacer la conocida “olla común” y abaratar su menú.
Pero ahora, por iniciativa propia, crearon sus comedores autogestionarios para que algunas de ellas puedan trabajar, otras cocinar y cuidar a los niños, porque tampoco se consigue trabajo, afirmaron.
En ese trajinar de buscar solución a sus grandes necesidades, surgieron pequeños comedores autogestionarios, con más socias, en diferentes lugares de los asentamientos humanos de los distritos Laredo, Florencia de Mora, La Esperanza, El Porvenir y en el centro poblado Alto Trujillo.
Las dirigentes de esos comedores pidieron el apoyo de la Municipalidad Provincial de Trujillo, a través de la Gerencia de Desarrollo Social, que ejecuta la política social para darle rostro humano a la actual gestión edil.
En ese camino solidario, la empresa Inversiones Tomás Valle (grupo Rockys), mediante comunicación dirigida por el supervisor de la Zona Norte, Juan Becerra Seminario, al alcalde César Acuña Peralta, le informa que por renovación de su mobiliario hará la donación directa de 212 sillas de madera a las organizaciones sociales de base.
Por ello, César Acuña encargó a la Gerencia de Desarrollo Social, a cargo de Tania Soledad Baca Romero, focalizar a los grupos sociales más pobres de los asentamientos humanos de la provincia, con apoyo de la Subgerencia de Programas Alimentarios, para que Rockys haga la entrega directa de las sillas a las beneficiarias.
