lunes, 1 de septiembre de 2014

Moradores de Urb. San Isidro piden terreno para mercado

Fue cedido hace 7 años al CEO “Víctor Raúl Haya de la Torre”


A través de la alcaldesa del Territorio Vecinal N° 56, que incluye a San Isidro, Los Cedros y San Luis, los moradores de esta última urbanización está pidiendo que un terreno de 1,500 m2, cedido el año 2007 por la Dirección Regional de Educación al CEO “Víctor Raúl Haya de la Torre”, de Florencia de Mora, revierta y se utilice como mercado, por no cumplir sus fines.
La alcaldesa vecinal, Nina Karina Hoyos Carbajal, mostró copia de la Resolución Directoral  Regional N° 05701-2007-DRE-La Libertad, en la que se precisa que el CEO no está inscrito en el Margesí de Bienes Inmuebles con terreno propio y carece de ambientes  para desarrollar sus actividades pedagógicas, por lo que se le asignó el área de terreno, sin embargo, a la fecha no lo utiliza para los fines educativos solicitados.
El lote, ubicado en la manzana V, lote 2, primera etapa y segunda fase de la urbanización San Isidro, es de propiedad del Ministerio de Educación y allí, de acuerdo al artículo segundo de la Resolución Directoral Regional, debió haberse edificado el local educativo en dos años, sino quedaba automáticamente revertido.
La alcaldesa vecinal acudió a la Gerencia de Desarrollo Social de la Municipalidad de Trujillo, por estar encargada de la Subgerencia de Participación Vecinal, para trasladar el clamor de los vecinos y pedir que inicien las gestiones para que ese terreno, de 1.500 metros cuadrados, se convierta en un pequeño mercado.
La gerente de Desarrollo Social, Tania Baca Romero, dispuso verificar la denuncia de la alcaldesa y al llegar al lugar, ayer lunes, se constató que en ese local no funciona ninguna institución educativa que desarrolle capacitación en manualidades y otras especialidades de educación ocupacional, tampoco hay aulas construidas.

De acuerdo a versiones de vecinos que residen frente a este terreno precariamente cercado, solo hay una persona que cuida el terreno, algunos fines de semana se reúnen personas a beber licor y al no tener alcantarillado utilizan un pozo ciego de donde emanan malos olores.