Anunció cambio de cocinas a 656 clubes de madres
Con singular muestras de simpatía las mujeres pobres de los distritos de la provincia de Trujillo continúan recibiendo del alcalde César Acuña Peralta menajería para los comedores populares, con lo cual el burgomaestre cumple su promesa electoral.
En esta oportunidad le toco el turno a las socias de los comedores populares del distrito de Florencia de Mora. “He venido a cumplir con mi palabra. César Acuña ofreció implementar los comedores populares y ahora lo estoy cumpliendo. Les agradezco por darme el honor de ser alcalde, pero aun me falta mucho por hacer por ustedes, que marcaron la A para ser alcalde”.
César Acuña recibió nutridos aplausos cuando anunció continuar con la implementación de las organizaciones sociales de base, con el denominado programa “Cambio de cocina”, para beneficiar a 656 clubes de madres de la provincia de Trujillo con cocinas y ollas.
También dio a conocer que el programa “Agua para los más pobres”, iniciado por Acuña Peralta con sus propios recursos, se ampliará para lo cual la Municipalidad de Trujillo adquirirá tres cisternas más para distribuir agua gratuita a los más pobres que carecen del líquido elemento.
Asimismo, anuncio que desde abril iniciará el programa social “El médico en tu casa” y que se empezará a distribuir vitaminas a los niños menores de cinco años de edad. De esa manera enseñaremos a los gobiernos Nacional y Regional que somos un gobierno municipal con rostro humano y que la mejor inversión es en la pobreza.
Las actividades de implementación de los comedores populares son organizadas por la Gerencia de Desarrollo Social y la Subgerencia de Programas Alimentarios. En Florencia de Mora el alcalde estuvo acompañado de la regidora provincial Gloria Montenegro Figueroa, la gerente de Desarrollo Social, Tania Soledad Baca Romero, y la subgerente de Programas Alimentarios, María Elena Neyra Rodríguez.
El año pasado Acuña Peralta también cumplió con su palabra empeñada con la socias de los clubes de madres del distrito de Trujillo, encargadas de distribuir el vaso de leche. En esa ocasión entregó a cada club de madres una cocina a gas –con su respectivo balón cargado de gas–, ollas para hervir la leche y cucharones.
