lunes, 30 de julio de 2012

Comedor popular junto a cerro Cabras celebra un año

Socias ahora sueñan en construir local para club de madres

La solidaridad de un grupo de mujeres que desafiando su angustiosa situación de pobreza e incertidumbre de saber si mañana tendrán qué comer, quedó atrás cuando decidieron crear una organización social de base (OSB) donde funcionaría un comedor popular.
La presidenta del club de madres, Natalia Horna Sánchez, dijo que conocían la promesa del alcalde de Trujillo, César Acuña Peralta, de ayudar a los pobres y a las OSB, por eso crearon la institución denominada “Jesús es mi Proveedor”, ubicada en las arenas más altas, junto al cerro Cabras.
Señaló que durante sus gestiones recibieron las orientaciones necesarias y aliento de la subgerente de Programas Alimentarios de la Municipalidad Provincial de Trujillo, María Elena Neyra Rodríguez, y el apoyo de la gerente de Desarrollo Social, Tania Soledad Baca Romero, para concretar el funcionamiento de un comedor popular en esa OSB muy desprotegida.
Horna Sánchez relató que las mujeres se ingeniaron para levantar sobre un terreno propio, un precario local comunal, que lo utilizan como sede del club de madres y donde funciona un comedor popular, el mismo que cumplió su primer año de funcionamiento.
Añadió que ellas cocinan 50 raciones pero hay días que llegan a 62 raciones. Para ello utilizan un fondo rotatorio que se recupera con el cobro de 50 céntimos más por la comida vendida a las no socias.
La OSB Jesús en mi Proveedor está ubicada en la calle Monte Sión, del Barrio 2ª, Alto Trujillo. Colinda con el cerro Cabras y, según las socias, levantaron un local con mantas y palos, protegidos los contornos con sacos de arena, para que no se levanten las mantas. También recibieron de la Municipalidad de Trujillo 10 planchas de calamina para proteger lo necesario.
Las socias sueñan en construir su local, son  muy ordenadas y cumplen con las normas de los comedores populares. Por su aniversario, la gerente de Desarrollo Social Baca Romero obsequió una cocina a gas, de tres hornillas, y el presidente del Directorio de la Beneficencia Pública de Trujillo, Walter Ramos Barón, obsequió una torta.